La relación entre sexo e innovación tecnológica es uno de los temas más debatidos de la sociedad contemporánea. Una conexión que dio origen al término SexTech que indica la aplicación de la tecnología a los juguetes sexuales y objetos de placer y al mismo tiempo al descubrimiento de las relaciones virtuales.
Los dos años de pandemia en los que, por la fuerza de las circunstancias, el mundo del sexo ha redescubierto el autoerotismo y se ha visto obligado a lidiar con la distancia ha contribuido a dar un nuevo impulso a la reflexión sobre el futuro de las relaciones íntimas. Una situación que, además de haber aumentado drásticamente la cantidad de videollamadas eróticas, ha llevado a algunos importantes estudiosos a reflexionar sobre el futuro de la sexualidad.
En este contexto ha llegado una publicación, Future of Sex, que analiza en profundidad la forma en que vivimos y comunicamos el sexo en esta época. Pero sobre todo que trata de hipotetizar cómo será el sexo del futuro, a la luz de las posibilidades que ofrece la tecnología y los nuevos universos virtuales con los que estamos empezando a familiarizarnos en estos años. Las conclusiones a las que llegan Jenna Owsianik y Ross Dawson, los dos autores del estudio, son en cierto modo realmente sorprendentes y crean un gran espacio para la reflexión.
El trabajo de Owsianik y Dawson parte de un análisis del panorama de la sexualidad contemporánea y luego intenta señalar algunos posibles escenarios futuros. Gran parte del informe se centra en juguetes sexuales actualidad y su evolución. Ya hoy existen juguetes eróticos que retoman perfectamente la forma de los genitales masculinos y femeninos. Todo ello con el añadido de la interactividad. O juguetes eróticos que se pueden controlar y ajustar a través de aplicaciones de teléfonos inteligentes muy comunes. A estos se suman los innovadores Real Sex Doll para adultos, muñecas sexys en TPE e Silicona premium, fabricado con materiales hipoalergénicos de origen médico, ultra realista y equipado con efectos de sonido.
muñecas sexuales, en algunos casos creados a imagen y semejanza de celebridades o estrellas de cine sexys, que son lo más alejado de las viejas muñecas sexuales inflables y muchas veces grotescas que pertenecen al imaginario común y cinematográfico.
Sin embargo, los genitales y las muñecas sexuales no serán las únicas novedades en el mundo de los objetos de placer. Future of Sex también plantea la hipótesis de la difusión de otras innovaciones, como los juguetes sexuales impresos en 3D conectados a Internet; o dispositivos para besar a distancia; o hardware y software sexual basado en tecnologías de código abierto y abierto a cambios y actualizaciones continuas por parte de los usuarios. Y tampoco se puede descartar la llegada de nuevas redes sociales dedicadas al sexo con interfaces táctiles y olfativas.
Gran parte de la forma en que vivimos y experimentaremos la sexualidad se verá afectada por el desarrollo de universos virtuales cada vez más realistas. la llegada de la metaverso y la difusión generalizada de dispositivos de realidad virtual cada vez más avanzados y realistas también afectará las relaciones sexuales. El sexo a distancia, según Owsianik y Dawson, dejará de ser un tema de ciencia ficción. Es probable que en los próximos años cada uno de nosotros tenga un avatar sexual o tenga la oportunidad de interactuar con avatares de famosas estrellas porno o trabajadoras sexuales. Experiencias que prometen ser altamente inmersivas y realistas gracias a la llegada de nuevos dispositivos capaces de hacernos revivir sensaciones táctiles y olfativas muy cercanas a las reales.
Universos virtuales en los que también será posible asistir a espectáculos eróticos reales. Espectáculos que se caracterizarán por la interacción, y no solo por la visión, gracias al apoyo de juguetes sexuales interconectados. Todo ello acompañado de la posibilidad de presenciar de primera mano las escenas de películas para adultos a través de avatares virtuales.
Una de las partes más interesantes de Future of Sex es de qué se trata. los tiempos en que esta nueva revolución sexual y tecnológica se realizará de manera completa y definitivaa. Según los autores de 2028 alrededor del 25% de los jóvenes del planeta podrán decir haber tenido relaciones sexuales no en presencia de la pareja. De hecho, tres años antes, o muy cerca de 2025, es posible que podamos imprimir en 3D las distintas partes del cuerpo de nuestros acompañantes para vivir experiencias eróticas a distancia.
Sin embargo, en poco más de 10 años, no se puede descartar que las estrellas de la música, el entretenimiento y el entretenimiento comiencen a comercializar copias robóticas de sí mismos, brindando a los fanáticos y entusiastas la oportunidad de tener relaciones íntimas con sus ídolos. La última predicción se refiere a las relaciones sexuales con parejas robóticas humanoides: se estima que para 2045 al menos una de cada 10 personas habrá tenido sexo con un robot erótico.