Actualmente hay varias profesiones que se ocupan de lo digital, lo que puede garantizar trabajo y diversión.
Entre estos no podíamos dejar de mencionar al videomaker freelance, o el profesional que se encarga de la creación y edición de videos, incluyendo la postproducción, la adición de efectos gráficos y la inclusión del llamado discurso. En este artículo veremos cuáles son los primeros pasos a seguir para convertirte en un realizador de vídeo freelance y los costes previstos para empezar, así como algunos consejos que te pueden resultar bastante útiles.
El camino del videasta freelance y los costos relacionados
Convertirse en un videomaker independiente significa, en primer lugar, invertir, no solo en los mejores cursos, sino también en equipos. La calidad de este último es fundamental, tanto como la experiencia y el talento del realizador, pero obviamente tiene un costo considerable. En el caso de que te resulte complicado hacer frente a estos gastos, y necesites apoyo económico para perseguir tu sueño laboral, podrías optar por un préstamo personal que también se puede solicitar directamente online, gracias a algunas entidades de crédito dispuestas a dar respuesta a estas necesidades. Una vez que se ha resuelto el problema del equipo, por supuesto, también hay otros pasos que completar. Como se anticipó, la capacitación es esencial para dominar todas las mejores técnicas para disparar y editar videos. Evidentemente, también pesan en el bolsillo las licencias de software de creación de vídeos, que también tienen un coste bastante elevado, pero a las que es imposible renunciar. En cualquier caso, el gasto necesario para empezar a trabajar y ejercer debe verse como una inversión real. Un buen videomaker, de hecho, recuperará el dinero gastado en muy poco tiempo. Finalmente, es bueno recordar la importancia de los cursos sectoriales, que son útiles para acelerar la fase de aprendizaje.
Consejos para convertirse en un videomaker exitoso
Al principio, para practicar y darse a conocer, conviene aprovechar la mayor cantidad de oportunidades laborales. Cualquier profesión puede convertirse en un trampolín, incluso la que se considere más aburrida o menos remunerada. El aprendizaje debe hacerse en cada trabajo, y la realización de videos, obviamente, no es una excepción. El segundo consejo es el siguiente: hay que tener recursos y buscar clientes y proyectos, también por la fuerte competencia. En segundo lugar, se sugiere actualizar cada vez que se lanza un nuevo software o una nueva versión del anterior; un videasta nunca debe dejar de estudiar, pero esto es cierto para todas las profesiones que se ocupan de lo digital y las herramientas. Aprender a utilizar tantos software como sea posible, de hecho, permitirá al profesional responder a cualquier solicitud del cliente, que puede preferir una figura con conocimientos específicos de programas particulares. Finalmente, es importante promocionarse y crear su propia marca personal, aprovechando las diferentes plataformas digitales, como YouTube.